martes, 27 de julio de 2010

Una misión de tutú en Roskilde ...

Vamos a empezar por el principio.



Pues resulta que me voy de vacaciones y voy a dar a Roskilde Dinamarca, una pequeña ciudad de este país en donde cada año se realiza un festival de música para bandas independientes y ahora también comerciales, ya saben mil gente hipster, muchos güeros y harta cerveza.



Revisando el lineup del festival, encuentro a uno de mis grupos favoritos desde hace ya unos años, nada más ni nada menos que el IMS (instituto mexicano del sonido) y sin dudarlo sabía que tendría que verlos en un lugar que no sabía que siquiera los conocían.




Llegando al escenario que les correspondía, más nerviosa que ellos mismos y observando como apenas habían 10 personas a la redonda, me dispuse a disfrutar el concierto de mis paisanos hasta adelante, obvio.



En poco menos de 20 minutos en lo que hacían el soundcheck, yo con un vestido rosa y con tutú incluido, esperaba el momento clave para dar rienda suelta al baile y el escenario se llenó.

Yo por alguna razón y por que me sentía muy chicles, puse un post en mi FB que decía... "pretendo colarme al backstage con los del IMS en Roskilde", cosa que a cualquier persona le vale queso, menos a mi. Pensando en la seriedad de mi status me propuse llegar al backstage con los IMS sin importar el precio.



El concierto empieza!... yo ME LAS SABÍA TODAS!... mi tutú brillaba, los daneses me observaban, los suecos me admiraban, y los del IMS....?... los del IMS tocaban!... Empecé a disfrutar el concierto de tal forma que todos saltaban igual que yo y gritaban...."yo digo baila, TU DICES DANCE!"... otro nivel de experiencia.... Hasta que ocurrió lo esperado. Camilo Lara, vocalista y mixer de la banda, notó mi presencia en aquel tan aperrado lugar, yo calculo de unas 7 mil personas... si son más si son menos, no me importa. El chiste de esto fue que él al preguntar quien hablaba español, yo me distinguí con un florido vocabulario MEXA y le respondí (omito las palabras, ya que estaba muy emocionada).



Próximo paso: eye contact, sonrisa coqueta y seguridad sobre mi tutú... Obteniendo un hermoso resultado cuando un güerever del staff casi al final del concierto, se me acerca y me pide que suba al escenario para cerrar el concierto.

Obviamente sin dudarlo yo ya estaba backstage (misión cumplida), con otros 7 compas, tres mexicanos y los demás wanabis MEXA jajaja, disfraz y todo incluido.





Heme ahí subiendo a mi primer escenario en Roskilde a cerrar el concierto de una de mis bandas mexicanas favoritas aunque sea bailando. Yo feliz y bailando sin parar de tal manera que al día siguiente me dolía cada hueso del cuerpo, pero que al recordar la experiencia me siguen dando ganas de regresar y saltar más alto.

Aquí les dejo las fotos desde otro punto de vista de un concierto y la misión que hoy tengo es regresar a Roskilde pero a tocar con MI BANDA y se que algún día lo haré, porque mi tutú no lo tiré!

Esmeralda Bacci

Boogie Nights!















60's babe...sin mas que decir... sabor!